La Prueba Cuádruple nos suministra un instrumento formidable para la evaluación de nuestros procedimientos y de nuestra conducta. Fue creada por el ex-presidente de Rotary International Herbert J. Taylor; responde a cuatro principios: verdad, justicia, amistad, beneficio recíproco; se debe aplicar a todos nuestros actos, pensamientos y opiniones como su base de medida.
La prueba cuádruple está constituida por cuatro interrogantes que sintetizan igual número de principios que antes hemos mencionado:
Es verdad?
Es equitativo para todos los interesados?
Creará buena voluntad y mejores amistades?
Será ventajoso para todos los interesados?
La prueba cuádruple presenta la característica esencial de ser un examen de la propia conciencia. Allí está su verdadera importancia. Cuando un hombre es capaz de volver los ojos hacia sí mismo, de examinar su conducta, de valorar sus escrúpulos de conciencia, de convertirse en juez de sus propios actos, es que ya se ha andado mucho en el camino de su mundo interior. Y ese examen de conciencia, ese interrogar a nuestro propio yo, dará excelentes resultados al ennoblecer y dignificar nuestro actuar, nuestro hacer, nuestras realizaciones. Aspiramos a que estos preceptos singulares de moral rotaria sean extendidos y aplicados en diversas instituciones de nuestro medio que bregan por el mejoramiento de las relaciones humanas. Para ello, lo importante es obtener que la Prueba Cuádruple se adentre en nuestros espíritus y en nuestras mentes, se transforme en algo consustancial nuestro e informe y presida nuestro diario vivir. Luego debemos tratar de difundirla, haciéndola conocer a todos aquellos con quienes estamos relacionados por nuestras actividades, para que también la practiquen ellos para bien de nuestra comunidades, para que reine mayor armonía, equilibrio, amistad, generosidad, felicidad y simpatía en nuestra sufrida humanidad.