Se habla mucho de la paz como concepto contrario a la guerra, pero yo quisiera hablar de otra faceta de la paz: la paz civil. En mi opinión, el significado de la paz civil se expone claramente en el criterio que rige para la concesión del Premio Nobel de la Paz que dictamina que el premio ha de conferirse "a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz"'. Este postulado abre la puerta a una amplia gama de posibilidades para la paz civil.
Muchos recordarán que en 2006 el Nobel de la Paz se otorgó a Muhammad Yunus, de Bangladesh, y al Banco Grameen que él fundó, en reconocimiento de los microcréditos emitidos, mayormente a mujeres.
Pero es muy posible que no recuerden que siete años antes, durante la Convención de Rotary Internacional celebrada en 1999 en Singapur, Yunus y el Banco Grameen fueron galardonados con el Premio de Rotary pro Paz y Comprensión Mundial. Rotary ya había reconocido el mérito de los esfuerzos desplegados por Yunus como promotor de la paz civil antes de que lo hiciera el comité de selección del Premio Nobel. ¡Siempre será motivo de orgullo para nosotros el habernos anticipado al Nobel!
Otro ejemplo de la paz civil es la isla de Chipre, dividida entre dos naciones, Grecia y Turquía. Se había asignado a los 18 clubes rotarios isleños a dos distritos separados, siendo uno el territorio que corresponde a Turquía y el otro, el territorio de Grecia. Durante un par de años, trabajamos con gran empeño para cambiar la situación.
Gracias en gran parte a la diligencia del ex presidente de RI Luis Giay, se celebró en enero de 2006 una reunión interclubes en Nicosia, Chipre, en la que participaron los 18 clubes chipriotas para festejar su unificación en un solo distrito. Otro momento histórico de paz civil que nos llena de orgullo.
En Israel, hay un pequeño hospital para niños con graves enfermedades cardiacas que es administrado por médicos rotarios israelíes. Durante mi visita, observé que en la sala de espera se encontraban los jóvenes pacientes con sus madres procedentes de países árabes, de Israel y de Palestina.
A esas mujeres no les preocupaban las diferencias religiosas, problemas políticos o dificultades de idioma; lo único que buscaban era ayudar a sus hijos a tener una vida mejor. A mi manera de ver, éste es un excelente ejemplo de lo que significa la paz civil.
Durante nuestras campañas para erradicar la polio en África, nuestra labor se ha facilitado gracias a los "días de tranquilidad" en que los ejércitos en lucha han declarado una tregua, permitiéndonos inmunizar a los chicos de esas zonas. Otro ejemplo de que sí se puede lograr la paz civil.
Cada año, unos 8.000 estudiantes participan en nuestro programa de Intercambio de Jóvenes, en mi opinión, uno de los mejores modelos de la paz civil. Los jóvenes viven en un país distinto al propio durante determinado periodo de tiempo. Casi todo para ellos es nuevo en ese entorno: el idioma, la cultura, las tradiciones religiosas, la escuela, la moneda y, sobre todo, los nuevos amigos. Lo que tienen en común, tanto los estudiantes visitantes como los anfitriones, es sacarle el máximo provecho a la vida. No les interesa declararle la guerra a nadie.
Quieren paz. Lo he dicho en otras ocasiones y lo repito ahora: Si todos los chicos de 17 años pudieran ser estudiantes de intercambio, no habría más guerras. No somos la única organización con un programa de intercambio estudiantil, pero creemos que estamos entre las mejores.
Sin embargo, no estamos compitiendo con las otras organizaciones, porque creo que existen posibilidades de cooperación. El intercambio de jóvenes para todos es un enorme rompecabezas que lo tienen que completar muchos participantes. Toda organización tiene que aportar su pieza y nosotros debemos cercioramos de que la nuestra sea lo mayor posible.
Todos nuestros programas de apoyo a la gente joven son esencialmente programas para fomento de la paz civil. Interact, Rotaract, las Becas de Buena Voluntad y los demás.
Todos apoyan el ideal de la paz. Por supuesto, al frente de todos nuestros programas Pro Paz están los Centros de Rotary para Estudios Internacionales sobre la paz y la resolución de conflictos, iniciativa lanzada en 2002, con un curso de dos años sobre temas afines en ocho universidades en diferentes partes del mundo.
Posteriormente, se han introducido algunas modificaciones, por ejemplo: el número de becarios e instituciones participantes. En una universidad incorporada recientemente al programa se ofrece un curso de tres meses para becarios que ya trabajan en el campo de la promoción de la paz y la resolución pacífica de conflictos. Colaboran con nosotros ahora siete universidades.
Contamos con más de 400 ex becarios que trabajan en todo el mundo en una gran diversidad de actividades profesionales - algunos en organizaciones locales y no gubernamentales, entidades oficiales del Estado y policía, así como en organizaciones bilaterales e internacionales, como las Naciones Unidas y el Banco Mundial.
Las áreas de interés especial de nuestra Fundación - educación y alfabetización, salud, nutrición, agua y saneamiento - se corresponden con algunos Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU. El agua es esencial para todo ser viviente. ¿Cómo se puede cosechar un cultivo sin lluvias durante la temporada de cultivo? ¿Qué aspecto tendría el jardín de su casa si no se regara?
Numerosos jóvenes se encuentran sin trabajo, frecuentemente por ser analfabetos. Si uno no tiene trabajo, no tiene ingresos y, sin ingresos, no puede comprarse la comida para el sustento básico.
En tales condiciones, esos jóvenes lucharán por obtener alimentos y ¿quién no haría lo mismo? Yo también lo haría.
Por eso es indispensable que tengamos siempre presentes nuestras áreas de interés: educación y alfabetización, salud, nutrición, agua y saneamiento.
El apoyo a estas iniciativas es el camino hacia la paz civil.
Por último. Rotary en si es una organización dedicada a la paz civil. Sigamos difundiendo esta idea entre nuestros clubes y comunidades, y por todo el mundo. Al Dar de Si antes de Pensar en Sí los rotarios podemos continuar construyendo la paz en todo el mundo.
Carl-Wilhelm Stenhammar
Presidente del Consejo de Fiduciarios de LFR