Crecer hoy, mañana y siempre

Crecer es la palabra clave en el mundo de hoy. En los negocios, en el conocimiento y en todo lo relacionado con el ser humano. En Rotary también el “Crecer”, está presente a cada momento porque el “Crecer” en ideas, servicio, socios es siempre símbolo de progreso.

Desde los inicios de nuestra centenaria organización, el factor humano fue la esencia, el órgano vital que le da vida. El rotario individual es Rotary, él es el que hace que Rotary deje de ser un nombre de seis letras y se transforme en una institución de servicio que trabaja alrededor del mundo con el propósito de alcanzar la paz y hacer más digna la vida de los que menos tienen.

Rotary comienza y termina con el individuo, con los hombres y mujeres que voluntariamente se incorporaron a sus filas para servir a sus semejantes.
Con la sola excepción de Paul Harris, absolutamente todos los demás rotarios del mundo pertenecemos a Rotary porque alguien nos invitó a ser rotarios, alguien fue generoso con nosotros abriéndonos las puertas a un club rotario.

Por éso lo primero que cada uno de nosotros tiene que entender es que el propio individuo es el responsable del desarrollo del cuadro social; es el propio rotario el que HACE CRECER ROTARY.

Y nuestra aspiración y obligación mayor es crecer en cantidad y calidad porque ello es lo que le dará a Rotary firmeza en sus propósitos y reconocimiento comunitario. Cuanto más socios tengamos y cuanto más diferentes sean sus experiencias, más logros podremos alcanzar y mayor será nuestra representatividad y penetración en la vida de la comunidad.

Entonces, crezcamos tratando de nivelar siempre hacia arriba, dándoles a nuestros clubes la posibilidad de tener entre su membrecía gente de valor.

Si hay obstáculos grupales, personales o institucionales para admitir mujeres en nuestros clubes creo que estos deberían ser revisados y actualizados. Abrámosle las puertas de nuestros clubes a hombres y mujeres jóvenes y trabajemos para crear clubes para las Nuevas Generaciones, aprovechando ese caudal inmenso de voluntades que tenemos entre los ex participantes de los programas de Rotary o los ex becarios de La Fundación Rotaria.

Y no sólo nos preocupemos por “tener” socios sino también “retenerlos”, incorporarlos a la tarea rotaria y hacerlos sentir parte de la familia de Rotary. Si fallamos en esto, la causa es muy simple: no nos ocupamos de transformar al nuevo socio en rotario, tarea que debe involucrar a todos.

El rotario, individualmente, es el corazón de todos los programas educativos y humanitarios de Rotary Internacional. Por eso, asumamos el desafío del crecimiento y crezcamos en calidad y cantidad para que nuestra organización pueda continuar dando respuestas a las crecientes necesidades de nuestra gente y realizando sus importantes actividades de servicio.

Celia C. de Giay
Comité de Dirección