La quinta generación de una familia se une a Rotary

La incorporación de Lauren Seegers Erwin al Rotary Club de Shades Valley en
Alabama, Estados Unidos el 21 de noviembre representa mucho más que su
primer día como rotaria. Es la continuación del legado familiar al servicio
de Rotary.

Lauren de 26 años es la quinta generación de la familia en pertenecer a
Rotary. Su padre Douglas Seegers y su abuelo Sidney A. Seegers, ambos
miembros del Rotary Club de Monroe, Louisina viajaron a Brimingham para
darle a Lauren una sorpresa el día de la ceremonia de su incorporación.

“Estaba tan feliz de verlos. Significó mucho para mí su presencia y apoyo
aquel día”, dice Lauren quien fue Interactiana y participó del RYLA. “Se que
estarán detrás de mi en cuanto comience mi vida como rotaria”

Su papá afirma que Lauren ha acogido los ideales rotarios desde que es una
niña.

“Verla trasformarse en una joven mujer y convertirse en la quinta generación
que se une a Rotary es una de las experiencias más apasionantes que he
vivido en esta organización”, dice su papá. “Como rotario es un privilegio
invitar a personas con la misma vocación para comprometerse de la misma
manera que lo hago, y el hecho de que mi hija quiera seguir los mismos pasos
de su familia es uno de los más altos honores que su abuelo y yo hayamos
deseado.”

Una familia de rotario.

Douglas se unió al Rotary Club de Monroe en 1991 el mismo año que su padre
fue presidente. “En realidad fue él mi padrino”, dice Douglas.

Sydney, su padre, se incorporó a las filas de Rotary a la edad de 29 años en
1958 pero fue su abuelo, Wardwell C. Flanders el primer rotario en la
familia, siendo miembro de los clubes rotarios de Nueva Orleans y Columbia,
Mississippi.

“Él fue el principal hombre y muy avocado a las necesidades de los demás”,
recuerda Sydney quien fue Gobernador del Distrito 6190 para el período
1995-96 y ha recibido la distinción de RI Dar de Sí sin pensar en Si. Dice
además que su familia en general, siempre ha abrazado los conceptos de
servicio a la comunidad y servicio internacional. En su caso desarrolló in
fuerte interés por ayudar a los demás.

Sydney es un ávido participante en los programas internacionales de Rotary,
en los que se incluye Intercambio de Jóvenes e Intercambio de Grupos de
estudio (IGE), y siempre se ha asegurado que sus hijos y ahora sus nietos
estén en contacto con diferentes culturas. “He querido que ellos entiendan
que Rotary es también un promotor de la paz y el entendimiento en el mundo y
que las barreras de razas y culturas desaparecen cuando la gente comparte
sus hogares y se conocen unos a otros”, agrega.