En marzo, los rotarios pensamos particularmente el tema de la ALFABETIZACIÓN, y no es que lo hagamos únicamente allí, sino que ponemos el acento en dicha temática en el mes que le dedicamos, sosteniendo que sin educación, no hay esperanza posible y por que estamos convencidos que debemos "fortalecer comunidades", convenimos trabajar, para que nuestra gente, tenga la mejor educación, reciba servicios de calidad y vivan con mayor plenitud su dignidad.
Podemos emprender y sostener campañas que ayuden a superar la infelicidad de los pueblos, a generar acciones concretas a favor de "los infelices", como dijera una deportada del campo de concentración de la Isla de Solovski, en Rusia, en su tiempo.
Hoy las coyunturas han cambiado, y podemos disponernos a servir con amor, a compartir voluntariamente el dolor de los otros acercándonos y trabajando en comunidades que necesitan de nuestra capacidad.
Son innumerables las acciones que se emprenden desde los clubes para satisfacer demandas, pero también, debemos decir que no podemos dejar pasar el tiempo de las necesidades educativas de nuestros pueblos.
Los gobernantes de Ibero América se han fijado intenciones para combatir el analfabetismo y en esas "Metas 2021" sueñan una educación de calidad para todos y podemos por que no, como organización no gubernamental, pensar en acciones que contribuyan a tan nobles objetivos, en tanto comprendemos que quienes lideran la organización educativa de un país, e incluso la economía, necesitan saber a fondo el valor de ser hombre o mujer, dando ellos mismos estímulos de ejemplaridad y capacidad de sacrificio.
Rotary debe hacer presente el mensaje de defensa de la relación positiva entre la familia y escuela para educar buenos ciudadanos. Es tiempo, de reconocer lo crucial de la participación activa de los padres en la escuela. Cuando tenemos días vacaciones aumentan las ocasiones de trato entre abuelos, hijos y nietos.
La calidad de esta convivencia es la muestra de cómo estamos construyendo un mundo mejor para los que, tarde o temprano, nos van a relevar en esta vida.
Debemos tener claro que lo que se pasa de abuelos a hijos y de éstos a nietos no es una mera acumulación de conocimientos o bienes. Es una transmisión de valores, una dinámica de mejora integral de la persona y su entorno. La mejora de la generación siguiente tiene mucho que ver con la cohesión familiar, ya que es la familia medio eficacísimo de atención de las personas.
En tiempos donde la autoridad y el orden, manifiestan crisis, es bueno que abuelos y padres acuerden los medios para evitar desautorizaciones, que reconozcamos la importancia que tiene para los niños el hecho de poder situarse, en el tiempo, respecto a sus ascendentes, saber de primera mano experiencias antiguas y fascinantes, conocer sus raíces. Trabajar en la alfabetización, entendemos nos compromete a la familia rotaria, en la conciencia que en nuestras manos está promover el desarrollo de los jóvenes en ambiente acogedor, de calidad moral. Seguro que, así, el relevo generacional será amable y de verdadero progreso, que "uniremos los continentes y fortaleceremos comunidades".
GP Hugo Pais
Coordinador Distrital de Alfabetización
RC de Paraná Plaza