El Objetivo de Rotary (II)

Desarrollo y comentario:

El objetivo constituye un postulado ético que, como tal, está dirigido a la persona del rotario individualmente considerado. Se ha dicho que "al estimular a sus propios miembros Rotary provoca una respuesta de origen interno" Sin embargo debemos entender que los postulados fundamentales que Rotary sostiene están dirigidos a todos los hombres, no deben pretenderse propiedad de ningún sector y constituyen un verdaderp patrimonio de la humanidad.

Adviértase que el Objetivo de Rotary es uno y único: estimular y fomentar el ideal de servicio con cuatro vías para hacerlo efectivo.

La intención es incitar y promover, el ideal de servicio estimulando y fomentando determinadas conductas en los rotarios.

Como ya se dijo, el propósito esencial del objetivo de Rotary es estimular y fomentar el ideal de servicio y proyectarlo en el dilatado horizonte de las actividades humanas. Tal es el precepto que contiene la parte general del objetivo:

El objetivo de Rotary es estimular y fomentar el ideal de servicio como base de toda empresa digna y, en particular, estimular y fomentar:

A continuación se prescriben cuatro vías que representan conductas que se consideran idóneas para desarrollar el ideal y que contienen los aspectos fundamentales de la relación del hombre y sus semejantes (Al respecto la Directiva acordó que los cuatro elementos explicativos del Objetivo de Rotary poseen la misma importancia y que las actividades tendientes a promover uno u otro deberán desarrollarse al mismo tiempo y con la misma intensidad):

Primero: El desarrollo del conocimiento mutuo como ocasión de servir.

El conocimiento mutuo y la inspiración en valores comunes promueve el compañerismo que constituye, a su vez, el paso previo para el desarrollo de una posible relación de amistad que nace y se fortalece con el trato.

Sin embargo debe repararse que la amistad rotaria no debe identificarse necesariamente con el tradicional concepto de amistad que todos entendemos, en realidad no es la amistad, como erroneamente creímos durante muchos años (creencia abonada por uno de los tantos errrores de traducción de la versión oficial en inglés al español), lo que pretende Rotary de sus socios es una buena relación de trato que refleja, por otra parte, con mayor propiedad y realismo las relaciones entre los rotarios, no todos somos amigos, ni siquiera en nuestros propios clubes y, menos aún, en la comunidad rotaria local, regional o internacional.

La confusión viene, como se dijo, por un error de traducción: en la redacción definitiva (de la versión oficial en inglés) de la Primera Parte del Objetivo, se escogió el término acquaintance (que significa "conocido", no amigo; es la persona con la que se tiene una relación de buen trato pero con la que no existe, necesariamente, una amistad). Por supuesto que la primera acepción, es menos intensa e importante que la segunda, ya que la amistad es autosuficiente, se completa y agota en sí misma, es el fin último buscado; en cambio las buenas relaciones con los conocidos constituyen, en Rotary, sólo un medio para posibilitar la finalidad última y superior del Servicio. Es por ello que el Consejo de Legislación 2007, modificó la traducción al español (hasta entonces la traducción era: "el conocimiento mutuo y la amistad como ocasión de servir") de manera que refleje con mayor propiedad el texto oficial en inglés como ha sido explicado.

En los orígenes, Paul Harris sí pretendió la amistad del grupo pionero (friendship, dice en: "Mi camino a Rotary) como el valor prístino de Rotary, para escribir luego que la amistad era: "la piedra basal sobre la que se edificó Rotary". Él quería un grupo de amigos que recrearan las añoradas vivencias de las relaciones pueblerinas de su infancia y adolescencia. Cuando Rotary creció, eso ya no fue posible.

Sin embargo debemos aceptar, como permanente tributo a la memoria del Fundador, que Rotary es un ámbito como pocos para gestar y desarrollar entre sus miembros, el enriquecedor milagro de la verdadera amistad.

Segundo: La observancia de elevadas normas de ética en las actividades profesionales y empresariales; el reconocimiento del valor de toda ocupación útil y la dignificación de la de cada rotario como una oportunidad de servir a la sociedad.

El segundo término se refiere al hombre y su relación con el trabajo, el suyo propio y el de los demás. Postula una norma moral a la que debe ajustarse la conducta laboral del rotario (en su relación con clientes, proveedores, colegas, etc.) para luego exaltar el concepto del trabajo en todas sus formas y proyectarlo en su función social.

A no dudar que es la norma de conducta más emparentada con la raíz original de Rotary.

La distinción por la actividad de cada uno fue, luego de la vocación a la amistad, la característica esencial alrededor de la cual se comenzó, allá en los orígenes, a construir Rotary.

Tercero: La aplicación del ideal de servicio por todos los rotarios en su vida privada, profesional y pública.

En la tercera parte del objetivo se insta puntualmente a hacer operativa la vocación de servicio de los rotarios proyectándola en, prácticamente, todas las áreas de la vida de relación.

Así contempla la conducta del rotario en el íntimo núcleo de su familia (como padre, hijo, esposo, pariente), en la relación con los amigos, con sus vecinos y conocidos, etc.; en los múltiples aspectos de sus relaciones laborales (ya sean profesionales o comerciales) y, por último, lo abarca en su participación cívica, como dirigente (ya que pretendemos líderes) de entidades o instituciones intermedias, clubes, asociaciones etc., en todo aquello que tiene que ver con el quehacer de la comunidad en que vive y, por supuesto, en el más importante de todos: en su participación política, innata atracción que mueve a los hombres a participar en la modificación de los destinos del cuerpo social. Y me viene una reflexión: cuánto más podría contribuirse a la felicidad de los pueblos si más rotarios, en nuestro país y en los ajenos, abrazaran la actividad política con el mismo ardor, los mismos principios y la misma esperanza que nos inspira
Rotary.

Cuarto: La comprensión, la buena voluntad y la paz entre las naciones, a través del compañerismo de las personas que en ellas ejercen actividades profesionales y empresariales, unidas en torno al ideal de servicio.

Y, por último Rotary plantea su concepción ecuménica de la paz como supremo bien de la humanidad, Paul Harris dijo, alguna vez, que Rotary es un modelo pequeño de un mundo en paz y, basado en se pensamiento se propone contribuir al logro de la paz mundial por el concurso de cientos de miles de voluntades individuales diseminadas por todo el planeta y fuertemente imbuidas del sentimiento de compañerismo.

Es cierto que Rotary no podrá solucionar los graves problemas que afligen a la Humanidad pero, también es cierto que, a cada instante y en cada lugar, hay un rotario haciendo algo por alguien para que este mundo sea mejor ... y ello es razón suficiente para que le entreguemos a Rotary un poco de lo mejor de nosotros.