El distraído, tropezó con ella,
El violento, la utilizó como proyectil,
El emprendedor, construyó con ella,
El campesino, cansado, la utilizó de asiento,
Drummond, la poetizó,
David, la utilizó para derrotar a Goliat,
Y Michelangelo, le sacó la más bella de las esculturas.
En todos los casos la diferencia no estuvo en la piedra, sino en el
hombre...
El año que viene es el mismo para todos,
depende de nosotros lo que hagamos con él
¡¡¡felicidades para el 2012...!!!