Diez días antes de su 21º cumpleaños, David Goldstone yacía en una cama del hospital cerca de Sydney, Nueva Gales del Sur, Australia, sus brazos y piernas paralizados por la polio, su cuerpo tomado por la fiebre y en un dolor terrible. En su formulario de admisión de hospital se leía, "Esperanza de Vida: 24 horas."
Seis días después, Goldstone resurgió de un semicoma y fue mudado del área de aislamiento al área de cuidaos de niños; las víctimas de la polio adultas eran y todavía son relativamente raras. "Usted probablemente no volverá a caminar," le dijo el médico principal del hospital. "Yo lo haré," contestó Goldstone.
Su historia: Ello fue hace 55 años. Ahora con 76 y miembro del Rotary Club de Crawley, Western Australia, Goldstone vuelve a contar su batalla contra la polio durante un seminario de casi 600 rotarios reunidos en Octubre en apoyo para la erradicación de la polio. El nunca había compartido su historia en público debido al trauma emocional que ello le habría causado. Pero un compañero del club Michael Sheldrick, director de la campaña para la erradicación de la polio del Proyecto de Pobreza Mundial, lo había persuadido de hablar acerca de su experiencia.
A lo largo de la historia, Goldstone se refirió a sí mismo como "John", un amigo, hecho que sólo fue revelando al final aclarando que la historia era sobre él mismo. "Durante días, se cubrieron los brazos y piernas de John con sacos de arena para detener alguna deformidad que pudiera ocurrir, después se los pusieron en tablillas", Goldstone les dijo a sus oyentes. "Entonces, a John le pusieron yeso desde la mitad de su cuerpo para evitar que sus miembros cambiaran de forma, y se le administraron inyecciones de morfina cada cuatro horas para ayudarlo con el dolor. Después de seis semanas, él se volvió inmune a la morfina y tuvo que convivir con el dolor." John fue afortunado de recibir terapia física, dijo Goldstone. Primero, él aprendió a doblar un nudillo, luego a recobrar el uso de su mano izquierda, doblar un brazo y a alimentarse. Varias semanas después, se sentaba en una silla de ruedas. De allí en más, aprendió a caminar de nuevo "exactamente como un bebé."
Cerca de la entrada al área, habían tres pulmones de hierro, siempre ocupados con niños", Goldstone continuo. "John todavía tiene pesadillas del sonido fantasmal de los bramidos que producían al bombear el aire. Siempre que el nivel de sonido cambiaba, él sabía que otro niño había fallecido. Goldstone terminó diciendo, no hay ningún amigo John. Esta es mi propia historia, y yo no quiero una más persona en este mundo sufra como yo he sufrido." El dijo que Rotary debe mantener la promesa que hizo hace 25 años a los niños del mundo de erradicar la
polio.
Peniques para el Polio
Durante muchos años, Goldstone ha trabajado intensamente con niños lisiados por la polio, inspirándolos con el simple mensaje: "Si yo puedo hacerlo, tu puedes hacerlo." Y durante 10 años, presidió el comité de erradicación de la polio del Distrito 9450 (ahora 9455).
Uno de sus logros fué el Proyecto "Peniques para la Polio" que él comenzó en 1999. Una sociedad con la Perth Mint, dicho esfuerzo puso a disposición de coleccionistas 100.000 peniques australianos producidos antes de 1964. Las ventas de las monedas lograron más de 84.000 dólares australianos para PolioPlus.
Goldstone padece ahora del síndrome de postpolio, fatiga constante, dolores de músculos y articulaciones y problemas respiratorios. El todavía continúa ayudando a los jóvenes con invalidez y desventajas generando apoyo para los proyectos como Cantimplora, Campamento para Niños, Desafío Adolescente, y el Programa Horizonte de San Juan de Dios, para las personas sin hogar. Todos dijeron, él ha reunido US$11 millones de dólares para caridad. Goldstone también ha sido un líder extendiendo el Crawley Club que ahora tiene una membresía de más de 100 personas con un promedio de edad de 42 y con varios miembros corporativos.
Recientemente, el club recaudó US$20.000 para PolioPlus a través de una solicitud online de apoyo a la erradicación de la polio, patrocinado por Rotarios australianos y por el Proyecto de Pobreza Global. El club contribuyó con US$1 por aporte de sus asociados. "Si yo he ayudado a salvar una vida o a hacer que el sueño de alguien se haga realidad, entonces eso me hará sentir orgulloso ser llamado Rotario," dijo Goldstone.